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6 nov 2013

"Donde Acaban los Mapas", el nuevo libro de la editorial Palabras de Agua...



            ¡Hola a todos!

Hoy os traigo una noticia relacionada con la jovencísima editorial Palabras de Agua. Con el buen hacer demostrado hasta la fecha, poco a poco, se va abriendo camino en la selva de la edición de libros, y lo hace con paso firme y seguro. La noticia no es otra que el anuncio de la próxima publicación de su nuevo libro, cuyo título es “Donde Acaban los Mapas”. Su autora, Ana Belén Rodríguez Patiño. Un título tan sugerente no puede encerrar más que una gran historia. Además, la obra estrena la coleccíon Manhattan de la editorial, que irá dirigida a un público adulto.
Para que vayáis abriendo boca, y que vuestro apetito lector os golpee el bajo vientre requiriendo con urgencia un plato literario como el que hoy os traigo, os dejo la hermosísima portada, obra del genial Daniel Expósito. No podía ser de otra forma:


Como aún no he tenido la fortuna de leer el libro, para poder presentaros la obra como se merece, qué mejor que dejaros las propias palabras que me han trasladado desde la editorial:

"Palabras de Agua Editorial estrena su colección “Manhattan”, dirigida a público adulto, con el thriller “Donde Acaban los Mapas”. Un misterio que resolver, personajes enigmáticos, escenarios impresionantes… todo con una documentación muy precisa y detallada y, lo más importante, construyendo una trama que te atrapa desde la primera hasta la última página.  Editorial Palabras de Agua sigue apostando, no solo por la buena literatura, sino por la calidad del producto acabado. “Donde Acaban los Mapas”, además de tener una edición y un diseño muy cuidado, cuenta de nuevo con el espectacular trabajo del artista Daniel Expósito como portadista.

Sinopsis: Donde Acaban los Mapas
Un hombre silencioso que huye, unas fotos que hablan de un pasado oscuro, un misterio de otra época y un hermoso relato de amor de hace más de cincuenta años que aún es capaz de emocionarnos.
En su periplo por el París actual, Alicia Aliorte irá conociendo todas las piezas que esconde la compleja personalidad de un anciano profesor, cuya historia llena de sorpresas deberá encajar en un extraño rompecabezas que comenzó hace medio siglo en China, en los albores de la Revolución Cultural, y que parece resolverse en la actualidad.
La intensidad en el desarrollo de los acontecimientos dará paso a un juego de pautas equívocas, donde los sentimientos encontrados, la importancia de los recuerdos y la libertad como eje de nuestras vidas conformarán un mosaico mágico y difícil de olvidar.
Misterio, amor y amistad viajarán con el lector a través de ciudades como Cádiz, París, Pekín, Shanghai, Viena y Londres. En una sorprendente historia que irá in crescendo y atrapará al lector hasta la última página. 

Biografía del autor
Ana Belén Rodríguez Patiño nace en Cuenca, en 1970, aunque ha vivido desde pequeña en Madrid. Doctorada en Historia Contemporánea por la Universidad Complutense, historiadora, guionista y directora de audiovisuales. Además de escribir relatos y poesía, ha colaborado en prensa y libros especializados con artículos de historia y de carácter literario.
Tiene publicados varios libros: La Guerra Civil en Cuenca. Del 18 de julio a la Columna Del Rosal (2003), La Guerra Civil en Cuenca. La pugna ideológica y la revolución (2004), Represión y Guerra Civil en Cuenca (2009) y Las Cuatro Esquinas del Éxito (coautora junto a Teresa Rico Alfosea, 2010).
Ha dado charlas para la UNED y UCLM, y fue profesora en la Universidad Internacional de la Rioja (2012). También ha expuesto fotografía en varias ocasiones. Autora y directora en el Teatro de las Aguas de Madrid con varias obras, ha escrito y dirigido documentales para diversas instituciones oficiales y universitarias sobre Guerra Civil y primer franquismo, así como cortometrajes de ficción.
Encontrarás más información de estas actividades en: www.anabelenrodriguez.blogspot.com y www.dondeacabanlosmapas.blogspot.com.

Sobre Palabras de Agua editorial
Palabras de Agua es una editorial constituida por cuatro escritores que amamos el oficio y con amplia experiencia en el sector: Juan de Dios Garduño, David Prieto, Raúl Lepe y Ana Coto Fernández. La editorial nace con la intención de publicar obras de ficción, además de proporcionar un producto elaborado e interesante."

Más información:

Así que ya sabéis, si queréis viajar junto a Alicia Aliorte por medio mundo para llegar justo al punto “Donde Acaban los Mapas", no os perdáis esta jugosa obra que nos trae una editorial que dará muchísimo más que hablar en el futuro. Estoy absolutamente seguro de ello

            ¡Un abrazo!

31 oct 2013

Mi visión sobre Calles de Chatarra, de Alejandro Guardiola...


Poco a poco voy agotando la pila de libros pendientes que arrastro desde hace tiempo. A pesar de que voy añadiendo nuevos títulos, la acumulación de obras se estaba volviendo exasperante, por lo que decidí meterle caña a una de las que tenía en espera desde hacía meses. ¡Y qué ganas de hincarle el diente, mother of god!

            ¿El título? Calles de Chatarra.
            ¿El autor? Alejandro Guardiola.
            ¿La editorial? Palabras de Agua.

Dos fueron los avales que me convencieron para hacerme con Calles de Chatarra: el principal, ser la primera publicación de la jovencísima editorial Palabras de Agua, cuya edición se financió con el método del crowdfunding (pagas para que el libro se publique y, si no se logra la cifra necesaria, el libro no se edita y se te devuelve el dinero). Lanzarse a un proyecto empresarial hoy día, máxime si ese proyecto es la edición de libros, demuestra una valentía sin parangón por parte de sus promotores, pues la cosa está que arde en todos los ámbitos, y el de la cultura no es una excepción. Por tanto, entiendo que es necesario apoyar iniciativas como la de Palabras de agua. En segundo lugar, porque la obra Calles de Chatarra fue finalista del premio Minotauro en su edición del 2006, y ello siempre debería ser una garantía de calidad.
La portada es una pasada. Vemos a un trasgo apoyado en la pared de un callejón, su silueta diluida por el humo de las alcantarillas, de un cigarro, y por la que se adivina la luz amarillenta de una sucia farola. Cerca, una mancha de sangre en el suelo y un brazo extendido... Una ilustración muy ilustrativa, valga la “rebuznancia”, de lo que hallaremos en las páginas del libro. Un gran trabajo del cada vez más reconocido, y con razón, Daniel Expósito Zafra.

 



En resumidas cuentas, Calles de Chatarra narra parte de la vida de Irina Gryzina, policía de la ciudad de Semura, escenario donde transcurre la acción de todo el libro. La vida de Irina está condicionada por un escalofriante suceso de su niñez, que marcará tanto la personalidad como el futuro de la joven policía. Irina se verá metida de lleno en la investigación de unos brutales asesinatos que están ocurriendo en la ciudad. Durante la investigación, acompañaremos a Irina por los bajos fondos de Semura, donde encontraremos a mafiosos, revolucionarios, traficantes, asesinos a sueldo, policías corruptos… No deseo extenderme más, pues no quiero dar pistas del argumento que puedan fastidiar las sorpresas que nos aguardan en la obra. Lo que sí quiero resaltar es el método narrativo utilizado por el autor, con constantes saltos temporales que, si bien al principio lían un poco, a las pocas páginas estaremos tan acostumbrados a ellos que la lectura se agiliza muchísimo. Alejandro domina con maestría el don narrativo.

Como puntos fuertes debo señalar el elaborado contexto creado por Alejandro, para nuestro deleite. Sin profundizar demasiado, nos presenta una ciudad medio en ruinas, debido a una guerra pasada entre humanos e inhumanos, guerra perdida por estos últimos. Tras la victoria, el gobierno de turno impuso una serie de restricciones a las libertades de los inhumanos como, por ejemplo, la obligación de los trolls de llevar un torque en el cuello desde pequeños. Estas imposiciones crean una silenciosa pero permanente tensión entre ambos bandos, obligados a convivir como ciudadanos de primera y de segunda. Semura es una ciudad decadente, y Alejandro nos la ha sabido dibujar de forma magistral. Porque Semura es, sin duda, parte importante de la novela. Es un ente vivo, un ente enfermo plagado de parásitos. Podría decir que Semura es la bestia que encierra el mal en su interior, y todo lo que habita en ella se corrompe. Llega a ser una entidad más con sustantividad propia dentro de la obra. Otro de los grandes aciertos es la profundidad que alcanza el autor con los personajes. Con pocos trazos, descubrimos una psicología compleja en cada uno de ellos, sus propias motivaciones, todas creíbles, sus propios pasados y sus propios destinos. En concreto, me ha gustado muchísimo las constantes referencias a un personaje que no aparece en toda la novela, pero que ayuda a perfilar la personalidad de uno de los protagonistas. Hablo de la esposa enferma del policía Mich. Otro personaje que me ha encandilado ha sido Juan Granito. Me ha enamorado por su complicada simplicidad. Además, el carácter autodestructivo del que hacen gala todos los habitantes de Semura en general, es un buen ingrediente que ayuda a crear una constante tensión, palpable para el lector. La historia en sí es otro punto fuerte a añadir en el lado positivo. Es una buena novela negra que mezcla elementos de fantasía, y que te mantiene pegado a sus páginas loco por saber qué es lo siguiente que va a ocurrir, qué es lo siguiente que Irina descubrirá, qué planea el mafioso Chatarra, quién va a morir… Alejandro se refiere a los seres fantásticos que pululan por Semura de manera tan natural, que acabaremos pensando que nosotros mismos estamos rodeados de trasgos, hadas, trolls y lamias, de tan humanizados que los dibuja.

El nombre es otro acierto. La chatarra es un elemento que evoca la mala calidad, lo miserable. Como las calles de Semura. Como el matón, Chatarra, que transforma en vil todo lo que toca. Chatarra es dueño de las calles de la ciudad. Calles de Chatarra, le viene perfecto.

Sin embargo, no todo es positivo en esta obra. Tiene un gran PERO, y lo tiene justo en su final. Estaba muy emocionado con la obra en general y, en las últimas veinte páginas, todo se viene abajo. La historia se desinfla. Un argumento sólido desde sus inicios, desaparece ante nuestras narices cual espejismo. Puede que esta impresión sea personal, pero me gusta que un libro quede perfectamente cerrado, o de pie a una segunda parte, descubriendo algunos de los misterios sembrados a lo largo de las páginas y dejando entrever que el resto se desvelará en próximas entregas. Pero no.

            ¿Quién dijo que una historia debe ser una esfera perfecta?
            Ahora comienzan los ¡¡¡SPOILERS!!! 
(TODO LO QUE VIENE A CONTINUACIÓN SON SPOILERS, HASTA LA SEÑAL DE FIN DE SPOILERS, ¿OK? NO QUIERO FASTIDIAROS EL LIBRO)
Digo que el final no me ha satisfecho, porque muchas de las subtramas quedan inconclusas o culminan excesivamente rápido. Eso, por no señalar que el motivo principal de la historia, la mano que ha tirado del hilo conductor del argumento durante varios cientos de páginas, al final se queda en nada. No existe. Es humo.
Para empezar, pensaba que las subtramas estarían relacionadas entre sí con motivo de algo grande, algo tan impresionante que me dejaría con la boca abierta y con cara de tonto (aún más). Los asesinatos del sacamantecas. El pasado de Irina. El Mesías. La traición de dos policías hacia Irina. El mafioso Chatarra y la perseguida venganza de Mark Hombre del Norte. Todo debía estar relacionado de alguna sorprendente y maravillosa forma. ¡PERO NO! (Grito de desesperación).
En las últimas páginas del libro descubrimos que el motivo del sacamantecas para eliminar a quien elimina (aunque son spoilers no diré a quienes), es tan pueril, tan poco importante, que ofende. Nada de trama compleja. Nada de motivo de peso. La motivación de los personajes, entender por qué hacen lo que hacen, es el alma de toda buena historia. Si los personajes hacen algo, persiguen algo, debe ser, evidentemente, por algo. En caso del sacamantecas, nada de nada. En el caso de la corrupción de los policías y la traición a Irina, nada de nada. No existen motivos. No hay un por qué. Los personajes han hecho lo que han hecho porque sí. A lo largo de la obra se gesta una revolución. Se indica que existen reuniones clandestinas en la comunidad troll. Se habla de un Mesías, un troll medio humano que acabará con las restricciones impuestas por los hombres tras ganar la guerra contra los inhumanos. Pero tampoco. El Mesías desaparece sin más. La revolución comienza sin más. No hay nada. Un lector ávido de sorpresas inmediatamente imagina una relación entre el Mesías y la corrupción dentro de la policía de Semura, un nexo de unión entre Chatarra y la venganza de Mark y el sacamantecas, un embrollo padre. Pero nada de eso: cada subtrama es independiente entre sí, y su único nexo de unión es que todo pasa en la ciudad de Semura. Incluso el sacamantecas asesina a un personaje que nada tiene que ver con los motivos que le llevan a matar. Por último, una de las tramas más interesantes, la venganza de Mark Hombre del Norte sobre el mafioso Chatarra, se desenlaza muy deprisa y de manera poco satisfactoria para este lector. Chatarra aparece en un escenario en el que sabe que se encontrará con Mark, y lo hace… ¡solo! Un mafioso que tiene guardaespaldas, armas, matones etc… ¡aparece solo, sabiendo que se va a enfrentar a la muerte! Y, sinceramente, el final de Chatarra no lo he llegado a comprender del todo, pues no hay trolls en Semura sin torque en el cuello, y a ninguno, a pesar de los enfrentamientos, tiros, peleas etc… le ocurre lo que le ocurre a Chatarra. Ya digo, no sé por qué…
Me ha dado la sensación de que el autor escribió un primer borrador con la trama de Irina, y luego insertó la subtrama de Mark para engrosar el libro. Pero, como un puzle al que le faltan algunas piezas y le sobran otras, me ha fastidiado bastante el desenlace.

            ¡¡¡FIN SPOILERS!!!

En definitiva, Calles de Chatarra es un muy buen comienzo para la Editorial Palabras de Agua, porque nos narra una apasionante novela negra con reminiscencias fantásticas. La fuerza de los personajes y del contexto donde se desarrolla la trama es brutal, y el uso del cambio de tiempo es magistral. Sin embargo, ese final, a mí personalmente, no me ha llegado. Me he quedado con demasiadas dudas. Demasiados interrogantes. No obstante, os animo a leer el libro, porque a pesar de los pesares, tiene mucha chicha en casi toda su extensión. Y disfrutar, vais a disfrutar un rato.

            Un fuerte abrazo.

1 oct 2013

¡Preventa de "El alma que vistes", en papel!

¡Hola a todos!

Es para mí un placer anunciaros que mi segundo libro, "El alma que vistes", ya está disponible en papel.
Hace aproximadamente un año, puse el punto y final a una obra que me ha robado otra anualidad entre su concepción, escritura y revisión. Puedo decir que estoy muy contento con el resultado. No solo la trama me parece tremendamente original (aunque esté feo que su propio autor lo diga), sino que, tanto los relatos que se insertan a lo largo de la novela como los propios personajes, no os procurarán un solo momento de respiro.


En resumen, "El alma que vistes" narra la vida de las hermanas gemelas Julia y Ángela. La obra se divide en tres partes, incluidas en el libro, evidentemente. A lo largo de las páginas de la primera parte, conoceréis al abuelo, un hombre amable, símbolo de la sabiduría, que marcará la infancia de las protagonistas del libro, Julia y Ángela. En la segunda, entrará en escena Mario, un joven que oculta mucho más de lo que aparenta y del que ambas hermanas se enamoran perdidamente durante su adolescencia. Finalmente, en la tercera y última parte del libro, sabremos mucho del oscuro pasado  de las hermanas, de los hechos que las fueron separando paulatinamente, y de secretos ocultos, profecías, muerte y muchas emociones más. Además de los personajes principales, todo un sinfín de secundarios y situaciones que harán las delicias de los lectores más exigentes, como la persecución a muerte llevada por Don Íñigo de Colmenar, capitán de un afamado buque español, tras la abominación resultado del incestuoso embarazo de su hija, Doña Begoña, o Vello, el extraterrestre cocinero que intentará dominar la Tierra.

Para celebrar la edición en papel, he puesto en marcha en la plataforma facebook una preventa, donde podéis adquirir uno de los cien ejemplares de la primera tirada del libro, firmado y dedicado por este que suscribe. Además, por la compra, recibiréis un marcapáginas exclusivo y uno de mis libros en formato digital a vuestra elección. Una vez que finalice la preventa, cuya duración será de dos semanas, entre el 30 de septiembre y el 14 de octubre de 2013, sortearé un ejemplar físico entre los compradores. El afortunado recibirá la devolución del importe de la compra del libro, por lo que lo habrá conseguido... ¡GRATIS!

Eso es todo. Espero que os animéis a participar en la preventa, a adquirir y a disfrutar de "El alma que vistes". Seguro que no os arrepentís. Os dejo el enlace directo a la preventa: https://www.facebook.com/events/415092015259633/?fref=ts

¡Un abrazo!

23 sept 2013

Una vez leídas las Siete historias, de Àngels Om, mi opinión es...



La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.
Estamos saturados de información. No nos bastaba con estar informados minuto a minuto de la actualidad por prensa, radio y televisión, que nos metemos en esto de “internete” para estar al tanto de la vida de todos nuestros conocidos. Anuncios. Nuevas películas. La última moda en pantalones vaqueros. El desodorante que las atraerá a todas… ¡DIOS, QUE ALGUIEN PARE ESTA TORTURA!
El exceso de información al que estamos sometidos, y la infinita oferta de todo tipo de productos y servicios, hace muy difícil la elección del consumidor a la hora de decidirse por adquirir algún bien. Con los libros pasa exactamente igual. No era suficiente con la brutal oferta literaria de autores consagrados, que va y se les suma una ingente cantidad de autores autopublicados que alumbran sus obras en las plataformas digitales, cada vez con mayor relevancia en el panorama literario actual. Dichas plataformas han democratizado el mundo de la literatura pues, aquellos que desean mostrar sus letras al mundo, se ahorran los pasos de la criba editorial. Con semejante escenario, elegir el siguiente título para tus ratos de ocio lector se hace una tarea complicada.
Pero hete aquí que conoces gente, otros autores como tú y, si tienes que elegir entre un conocido o un desconocido, te inclinas por el primero. Y, a veces, aciertas plenamente con la elección. Vaya que si aciertas…
He coincidido con la autora Àngels Om en varios grupos literarios de la plataforma facebook. Sin embargo, somos tantísimos los escritores noveles que he tardado mucho en relacionarme con ella. Se ha mostrado siempre sumamente amable, con una conversación más que agradable. El libro que comento hoy, Siete historias, me llamó la atención desde el primer día que vi su portada. Es de esa clase de portadas que dejan un buen regusto visual. Es muy agradable a la vista, con colores suaves, y su composición está a caballo entre lo infantil y lo juvenil, con un conjunto de seres fantásticos que llaman poderosamente la atención. Me parece que es una de las portadas más encantadoras que he visto en mucho tiempo. Las culpables de tan bonita ilustración son Georgina y Sandra Ortega. Un diez para ellas.
La cuestión es que la portada me había llamado la atención desde hacía mucho, por lo que un día decidí intercambiar un libro de Àngels por otro de mi cosecha. Tenía ganas de hincarle el ojo a las Siete historias, oye…
           



La sinopsis que aparece en Amazon, plataforma en la que tenemos disponible la obra tanto en digital como en papel, es la siguiente: ¿Qué conexión puede existir entre una princesa triste, un monstruo alienígena, un malvado visir, un laberinto lleno de acertijos, un antiguo Faraón, viejos recuerdos de familia, seis niños y un perro? Difícil, pero no imposible. Si te gusta la astronomía, la historia, los animales, los acertijos, los cuentos de princesas, la ciencia ficción, las intrigas... "Siete historias" es tu libro.
Como podéis comprobar, es una descripción sumamente escueta, por la que la amplío un poco. Por si acaso revelo algo que no debiera, pongo el aviso de los ya consabidos SPOILERS: Natalia es la mayor de seis hermanos. Un día en que sus padres tienen que salir de casa con urgencia por un asunto laboral, le encargan el cuidado de sus hermanos pequeños, para fastidio de ella. Una vez solos, las travesuras de los trillizos les llevan a descubrir una entrada secreta a un mundo fantástico. Un mundo donde cada uno de los hermanos vivirá una aventura acorde a sus fantasías, sentimientos y dones. De dicha aventura no se librará ni siquiera su perro, Nikon. ¿Lograrán superar el sinfín de pruebas que se les presentarán a lo largo de las Siete historias y lograrán volver a su hogar? FIN SPOILERS.
Bien, ahora llega mi opinión personal. Ha sido esta una obra que me ha sorprendido muy gratamente por su desbordante imaginación, por la fantasía a raudales que destila y, sobre todo, por su ternura. Acostumbrado a leer las típicas tramas, mejor o peor desarrolladas, de otros compañeros de letras cuyos argumentos de sus obras suelen versar sobre temas algo manidos, fantasía épica, zombis, crímenes (ojo, con mayor o menor acierto, que hay obras que me han hecho disfrutar muchísimo), encontrarse con un libro como Siete historias es como encontrarse un oasis en el desierto. Es un respiro para un lector un poco harto de leer lo mismo una y otra vez. Creo que el tipo de literatura que desarrolla Àngels Om en sus Siete historias es más que necesaria, pues fomenta la fantasía en los lectores de todas las edades, una fantasía pulcra, elegante, didáctica… una fantasía que te dejará con una sonrisa en los labios. Me ha gustado la variedad de historias y situaciones en las que la autora pone a los protagonistas, recordemos, todos niños o adolescentes, y al perrito Nikon. Por ejemplo, los hermanos tendrán que ingeniárselas para entregar la luna a una caprichosa y deprimida princesa china, para desentrañar los misterios en forma de acertijos que les plantea una exasperante voz en un laberinto, desenmascarar a un malvado visir… Es decir, un sinfín de aventuras que hará las delicias de los lectores que gusten de las historias de fantasía.
En cuanto a los protagonistas tenemos, como decíamos, a los seis hermanos: Natalia, la mayor de todos, adolescente con problemas típicos de la adolescencia que se verán multiplicados por la obligación de cuidar del resto de sus hermanos; los traviesos trillizos, inteligentes y nerviosos a más no poder, en una mezcla explosiva; Irina, que viene a ser la voz narradora de las historias, y puede que la más sensata de todos; Carmen, una niña adoptiva de origen asiático, de tierna inteligencia; y, cómo no, Nikon, el perrito de la familia ante el que he caído rendido. Flipo con Nikon.
Como decía, las historias son muy variadas, y algunas me han gustado más que otras. Me ha parecido muy acertada la manera en que los protagonistas van desentrañando los misterios, superando las pruebas que se les plantean, pues cada personaje se diferencia de los demás por sus capacidades, capacidades que utilizarán para obtener las respuestas necesarias que les permitan avanzar en la aventura. Mis personajes favoritos son Carmen, la niña asiática, que demuestra una inteligencia portentosa, pero cuya ternura sobresale de las páginas del libro, y Nikon, el perrito de la familia que vivirá su propia aventura. De hecho, de las siete, las historias que más me han encandilado han sido la del propio Nikon y la de Natalia, ambas muy emotivas, tanto que será casi imposible no derramar alguna lagrimita. Àngels lo ha conseguido conmigo. Otras historias no me han gustado tanto, pero han sido las menos y quedan compensadas con creces con las que sí lo han hecho, equilibrando perfectamente el resultado final del libro.
Como punto negativo, señalar las erratas ortográficas que me he encontrado a lo largo de las páginas. Una obra de este calibre merece una corrección realizada con mucho mimo. Es una buena lectura para los jóvenes que se aproximan por vez primera al mundo de la literatura, por lo que no es conveniente confundirlos con fallos ortográficos. No obstante, contacté con  la autora para comentárselo y, muy amablemente, me explicó que el ejemplar que obraba en mi poder correspondía a la primera edición y que se estaba corrigiendo el libro a medida que salían más ediciones. La obra lo merece. Es de justicia.
En resumen, Siete historias es una obra magnífica por su fantasía y por su ternura, por ser una obra original y diferente, que hará las delicias de pequeños y mayores que deseen buscar un género que se aleje de lo que habitualmente podemos leer entre los nuevos escritores. Es un libro que nos reconciliará con nuestra niñez, que nos hará disfrutar, reír y llorar a partes iguales. Si la autora lleva a cabo una profunda corrección, el resultado promete ser impresionante.
Solo me queda felicitar a la autora por un libro tan fresco, y animaros a todos a que le deis una oportunidad. No os vais a arrepentir.

Un abrazo.

29 ago 2013

Un servidor ha leído "Degeneración", y...



Zombis. No muertos. Podridos. Y su evolución cual Pokemon: infectados.
¡Aaaaayyy, seres hediondos, de insaciable gula, continuo renquear, piel lívida y sometidos a una incontrolable nausea sanguinolenta! ¡Cuántas polémicas levantáis, vosotros enemigos del descanso eterno! ¿Alguien tiene un ambientador de pino por ahí para colgarme del cuello? No me gustaría convertirme en un zombi y apestarlo todo…
El fenómeno zombi arrastra muchísimos títulos literarios, cinematográficos, lúdicos… Es un ser exprimido hasta la saciedad por autores de todas las áreas de la cultura del ocio. No es la finalidad de este post repasar la historia del zombi, desde su origen en la religión vudú, las primeras películas de la tercera decena del siglo XX hasta la actualidad. Sí me pararé a comentar su situación en el panorama literario español en los últimos años.
¡Aaaaaay, zombi, pobre ser tan denostado!
El zombi de toda la vida no era más que un cadáver que se levantaba de la tumba con la sana intención de devorar cerebros humanos. Andaba lento e inseguro, como cualquiera tras una noche de borrachera, pero si lograba agarrarte con sus manos agusanadas, vive Dios que no te soltaba hasta que tu cerebro estuviese en su estómago, con el mismo ansia con el que trincas una botella de whisky en una noche de borrachera.
El zombi evolucionó hasta el infectado. ¿Qué diferencia al uno del otro? Pues que el segundo corre como si su mujer le hubiera llamado para ver dónde andaba y le hubiera amenazado con abandonarlo si no aparecía en menos de cinco minutos por casa… durante una noche de borrachera. ¿Qué comparten? Su amor gastronómico por los tiernos humanos, su hambre voraz, su ansia asesina. Unos corren, otros no. Punto. Si mañana el mundo quedara patas arriba por una pandemia, recemos porque la gente se convierta en zombi, y no en infectado. Al menos podremos reírnos un rato poniéndonos a dos metros de distancia del pobre infeliz y dar un salto hacia atrás cuando esté a punto de alcanzarnos con sus movimientos torpes de niño de dos años. “¡Uy, casi me pillas, lelo lelo lelo!”, nos burlaríamos entonando una ridícula musiquilla.

Me confieso un ignorante en el género, subgénero o como lo queráis clasificar, que me importa bien poco. He visto alguna que otra película, y la verdad es que jamás he sido amante del género. Quizás por los toscos guiones que se reducen a un montón de disparos, alguna piba con buena delantera y a un montón de sangre y vísceras por todas partes. Si hablamos de infectados, amigo, ya es otra cosa. La película “28 días después” me reconcilió con los hambrientos, y mi reconciliación fue plena con “Soy Leyenda”. En cuanto a literatura, he leído más bien poco. Hay por ahí, según cuentan, magníficas obras de escritores como Manuel Loureilo, Carlos Sisí y otros, pero aún no me he hecho con sus libros. El éxito arrollador de estas obras ha provocado una oleada de trabajos en los que, el no muerto, es la excusa para contar algo, trabajos que están teniendo buena acogida por parte del público lector a rebufo de las primeras. También ha provocado una reacción alérgica en cierto sector de nuestros escritores patrios, que se dedican a criticar el fenómeno zombi y a sus autores afines. Quizá más que rechazo por la temática, las ventas que generan sea el motivo de tanta saña.
En fin, que no pensaba incluir a corto plazo entre mis lecturas ninguna de la temática zombi, pero por esas cosas de la vida, cayó en mis manos la obra “Degeneración”, del autor David Pardo.


         

La estupenda portada es del genial ilustrador Juapi. Un diez. Es evidente que el título hace referencia tanto a la degeneración física de los no muertos, como a la psicológica del personaje. El título mola.
Publicada únicamente en la plataforma Amazon, me dediqué a leer los comentarios para hacerme una idea de lo que me esperaba entre sus páginas (virtuales). En general, la valoración del público lector es positiva, con opiniones muy entusiastas, que la califican de dura, diferente, fresca, brutal, recomendable, y otros muchos adjetivos positivos. También tiene valoraciones muy negativas, pero Amazon es como la vida misma: quien te quiera te pondrá por las nubes, y quien te odie te vilipendiará hasta decir basta.
En fin, intentando ser lo más objetivo posible, he ignorado el subtítulo que el propio autor propone para su trabajo en Amazon (“Degeneración, la novela breve de género Z que causa sensación en la red”). Supongo que con eso de que “causa sensación”, se refiere a las buenas reseñas que, en general, le han realizado diversos blogs.
Lo primero que me llamó la atención de la obra fue su brevedad. El autor la califica de “novela breve”, cuando se acerca más al “relato largo”. Degeneración no pasa de las 47 páginas en formato Kindle que, a ojo de buen cubero, pueden ser unos veinte o veinticinco folios, aproximadamente. Hago el cálculo basándome en un relato largo que tengo a la venta en la misma plataforma y que, entre pitos y flautas, alcanza los treinta y pocos folios; Amazon los convierte en 61 páginas.

Bien, dicho esto me centraré en el contenido de “Degeneración”.
Como en todo, tiene cosas buenas y cosas no tan buenas. En su parte positiva puedo señalar la prosa del autor. David Pardo escribe bastante bien. Tiene una prosa fluida, directa, que nos facilitará la lectura y hará que gocemos con las palabras. Hay varias expresiones que me sonaron raras, que me chirriaron, como por ejemplo “algunos trompicaron”, en el sentido de que tropezaron (¿por qué no usar mejor este verbo?), o “hice marcha atrás” cuando el protagonista conduce un vehículo. Creo que esa expresión no existe, o si existe no es del todo correcta, porque la marcha atrás no se hace, se mete, o se cambia, o se pone, o se da marcha atrás… pero hacer… nunca lo había oído. Ojo, que también puede ser ignorancia de un servidor, pero bueno.
En cuanto al argumento… pues no me gustó, no voy a engañaros. Ya he señalado antes que las pelis de zombis que se reducen a una masacre abusando de las escenas de sangre y vísceras no son lo mío. Pero en Degeneración, aunque el autor intenta ir un poco más allá, contando la historia de la evolución psicológica de un hombre en un contexto caótico como puede ser una pandemia zombi, a mi entender no logra su objetivo. Y ello porque:
¡SPOILERS! David pretende presentarnos a un sujeto de lo más corriente, padre de familia, amante esposo, que vive en un pequeño pueblo de Valencia porque prefiere una vida tranquila a la vida agitada de la ciudad. Y digo pretende, porque para mí es una incongruencia como un templo describirnos al personaje como persona de valores, pero luego se lía a tiros a la primera de cambio. Porque David nos cuenta desde la página uno cómo el listillo del protagonista ignora al ejército, que está evacuando los pueblos para llevar a la población a “puntos seguros”, y prefiere atrincherarse en su casa con su mujer y su hijo. Evidentemente la mujer no tiene nada que decir al respecto: obedece y punto. Ya digo que al principio del todo el personaje no me cayó bien por su chulería excesiva. “¡Qué idiotas!”, piensa de los vecinos que huyen en sus coches hacia los puntos seguros establecidos por el ejército, como si ya pudiera prever, cual profeta, que el ejército nada puede hacer contra los zombis. ¿Opina que el ejército nada puede hacer contra los zombis, y piensa que él sí puede estar a salvo atrincherándose en su casa? Me pareció un poco absurdo, la verdad. En fin, como decía, el protagonista, tras dejar claro que, como en su casa, en ninguna parte, se dedica a ver cómo la gente huye, a saquear una armería y un supermercado. Vale. Un tío que se empalma con un arma no es de fiar, al menos para mí. El relato largo transcurre entre típicas escenas de intento de llevar una vida normal entre un rebaño de podridos, y excursiones del protagonista para hacerse con alimentos y otros productos necesarios. El detonante que precipita el final de la historia es la llegada de otros supervivientes que aprovechan el caos para hacer lo que les viene en gana. Entran en su casa y abusan de la mujer del prota. El hijo se escapa, la madre va en su busca y el prota en busca de los dos. En fin, no contaré el final, por mucho spoiler que esté haciendo, pero el autor realiza un intento de desenlace emotivo basado en la necrofilia sentimentaloide que no me ha convencido para nada.
Es evidente que David ha perseguido como principal objetivo de la obra transmitir la evolución psicológica del personaje, desde un tipo normal, a un demente sin escrúpulos. Y creo que no lo ha conseguido. No lo ha conseguido por el simple motivo de que un desalmado de origen será un desalmado al final de su historia. Un tipo que prefiere atrincherarse con su mujer y su hijo en su casa, en lugar de hacer lo necesario para poner a salvo lo que más ama (ir a donde se encuentra el ejército), que desde el minuto uno está con las armas en ristre disparando aquí y allí, atropellando zombis y que, encima, disfruta con ello, no es para nada creíble. Y menos creíble aún es que el autor pretenda sorprendernos con su evolución final, con una especie de metamorfosis degenerante… de un tipo que no ha variado un ápice desde el principio del relato. Cosa distinta habría sido que el protagonista no hubiera logrado escapar del pueblo con su familia, que no hubiera tenido más remedio que coger un arma y, con todo el dolor de su corazón y aguantando las náuseas, se viera obligado a disparar a un zombi. Tras un zombi vendrían dos, tres y cincuenta. A medida que los elimina, su carácter se endurece y la historia culmina en un final potable. Ahí sí que habría considerado el relato algo digno de leer. Pero como lo plantea David… yo no lo compro, como diría aquel de las gafas. FIN SPOILERS.

En resumen: “Degeneración” es un relato corto típico de zombis, de un tipo que se lía la manta a la cabeza y, sin ningún reparo, acribilla no muertos por doquier. Sangre, vísceras y poco más, ideal para los amantes del género, que seguro pasarán un buen rato, pero poco recomendable para lectores más exigentes que busquen una buena historia. David Pardo es un buen escritor, de prosa ágil y convincente, pero tendrá que esforzarse un poco más en el aspecto argumental para satisfacer a determinados lectores.

            Un abrazo.