Siempre he pecado de inocentón.
Bueno, quizás es que mi aversión
natural a los cambios me impida deducir la posible evolución de las cosas.
Soy un tío de costumbres. Me hago
eco de un proceso, lo estudio, lo comprendo, y creo que será inamovible. Pero
no, el siempre cambiante mundo virtual jamás dejará de sorprenderme.
Cuando me inicié en esto de la
escritura lo hice con papel y lápiz. Luego me adapté al Word. Cuando hube
escrito mi primer libro, arribé a las redes sociales con objeto de promocionar
mi obra. Allí encontré todo un universo de nuevos conceptos aplicables a la literatura
actual: que si ebooks, que si books tralilers, que si blogs, que si Amazon, que
si… Todo un sinfín de términos novedosos que me abrumaron.
Hoy día el proceso de adaptación ha
finalizado y, en mayor o menor medida, manejo las herramientas necesarias para
un escritor 2.0
Creía manejar las nociones básicas
de la literatura actual. Pero no. Se ha acuñado un nuevo término que ha
empezado a formar parte de mi vocabulario: el crowdfunding. ¿Y qué narices es
el crowdfundig? Bien, aunque es aplicable a muchas áreas, el crowdfunding en la
literatura es una fórmula para financiar la publicación de un libro. Se hace a
través del mecenazgo. Es decir, una editorial, o un autor, ofrece una
recompensa a aquellas personas (los mecenas) que sufraguen el coste de edición
de un libro. El interesado expone el importe que necesita para abonar los
gastos de publicación de su libro (X ejemplares), y los mecenas realizan
aportaciones económicas a cambio de una compensación, habitualmente el propio
libro firmado y dedicado por el autor.
Ya existen plataformas en internet
para los emprendedores que necesiten financiación para sus proyectos como, por
ejemplo, Verkami.com.
¿Y a qué viene todo este rollo? Pues
a que he conocido esta innovadora manera de publicación gracias a una editorial
de reciente creación que necesita financiación para despegar con la publicación
de su primer libro: Palabras de Agua.
La editorial Palabras de Agua busca
mecenas que financien su primera publicación, cuyo título es “Calles de
Chatarra”. Su autor es Alejandro Guardiola, finalista del premio Minotauro con
dicha obra, lo que debiera asegurar la calidad del libro. Os dejo la portada:
Esta entrada es mi granito de arena
al proyecto. Bueno, en realidad es el segundo granito de arena, pues ya he
participado como mecenas en la financiación del libro, y espero que el proyecto
pueda llevarse a cabo ya que, de lo contrario, ninguno de los que hemos
aportado dinero recibiríamos nuestro ejemplar de “Calles de Chatarra”.
Quiero dejar claro que no tengo
ningún interés en que la editorial cumpla su objetivo, pues mi relación con
ella es nula: no participo en los beneficios, no soy autor publicado por
Palabras de Agua, no soy primo hermano del autor ni de ninguno de los componentes
del equipo editorial. Me sumo a esta iniciativa porque me ha parecido curiosa,
porque la crisis está dando muy fuerte en todos los sectores y admiro a los
emprendedores que buscan su propia senda para prosperar en la selva editorial,
y porque considero que un finalista de un premio tan importante como es el
premio Minotauro, lo menos que merece es publicar dignamente y que los lectores
le demos la oportunidad de conocer su obra. De los 4.000 € que necesitan, están
rozando los 3.000 €.
Os dejo el link que os llevará
directamente a la página donde podréis participar como mecenas, dentro de
vuestras posibilidades (y no por encima, que vivimos en tiempos convulsos XD):
De todo corazón, le deseo al autor y
a la editorial mucha suerte con el proyecto, así como en todos en los que
decidan embarcarse a partir de él.
¡Un abrazo!
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