Sí, lo sé, de nuevo desaparecido
casi un mes entero.
Es que ha sido un mes muy intenso.
Entre semana atendiendo al trabajo,
a la casa y a la literatura (leída y escrita), queda poco tiempo para nada más.
Luego, cada fin de semana me ha surgido algo, o bien un compromiso con la
familia o amigos, o bien un viaje.
En fin, pensaba haceros una crónica
de mi reciente visita a distintos puntos de Portugal (si no habéis estado, os
aconsejo en especial la ciudad de Oporto… ¡PRECIOSA!), pero el tiempo manda, y
uno se debe a su caprichosa volatilidad.
Escribo esta nueva entrada por un
solo motivo: la reseña tan positiva que han realizado de “El alma que vistes” en
el blog “Abrir un Libro”.
Son este tipo de reseñas las que
levantan el ánimo, las que empujan a un autor a volver a ponerse frente a la
pantalla, abrir un nuevo documento, y continuar vertiendo el producto de su
imaginación en el incólume rectángulo, único límite a la fantasía.
Entre otras bondades, afirma que se
han llevado (los administradores del blog) una monumental sorpresa con el
libro. Sostienen que “El alma que vistes” no es una novela de gemelas más. Es
fantasía, magia y espejismos.
Hermosas palabras que me llenan el
corazón de orgullo.
Me ha resultado curioso que digan
que su relato favorito es del de “Ana y Ana”, y que la parte de “El alma que
vistes” con la que más disfrutaron fue la tercera, la sincronía. No es que esté
en desacuerdo (ni mucho menos, que para eso soy el autor). Lo que me llama la
atención es que en algunas de las reseñas realizadas por otros blogs, cada cual
señala la parte del libro y el relato que más le ha gustado, siendo el resultado
muy poco coincidente. Para uno de ellos, la parte favorita fue la primera, el
abuelo, y el relato que más le gustó fue el de “Vella”. Para otro, la segunda
parte es la mejor (más juvenil), y el relato de “Los lentinos” se lleva la
palma, a decir del administrador.
Me resulta curiosa la variedad de
los gustos entre los lectores. Es lógico, dicen que para gustos colores, pero
una obra o te gusta o no te gusta, o te gusta un poco. En el caso de “El alma
que vistes”, al ser tan rica en acontecimientos y registros (no lo digo yo,
también lo afirma por ahí alguna reseña), cabe gustos de todos los tipos, por
lo que es difícil no disfrutar con al menos un relato o una de las tres partes
de la que se compone.
Bueno, os dejo el enlace a la reseña
objeto de esta entrada, no sin antes agradecer a los administradores de “Abrir
un Libro” el tiempo dedicado a leer y reseñar “El alma que vistes”.
Y a vosotros, ¿qué parte y qué relato
es el que más os ha gustado?
¡Un abrazo!